Por Oscar Díaz Salazar
Me parece que tiene interés escribir los nombres del grupo parlamentario albiazul, tomados de la página oficial del Congreso de Tamaulipas, porque no hemos tenido la oportunidad de saber de su existencia, de su presencia y de su trabajo, por otras vías.
Los diputados panistas actuales, se parecen mucho a los que años atrás, cuando gobernaba el PRI, se caracterizaban por ser muy prudentes, muy correctos, muy modositos, muy colaboradores con el grupo mayoritario y afín al Ejecutivo.
Es interesante ver la transformación que algunos de estos políticos que hoy ocupan una curul en el Congreso local, experimentaron a partir de tener, y luego dejar de tener, un gobernador de su mismo partido.
La pasividad actual de los diputados de la patria ordenada y generosa, contrasta con las escenas en las que maltrataban, gritoneaban y encaraban a los políticos de otras siglas, lo mismo en el debate parlamentario, que en el trato con otras autoridades o con los ciudadanos.
En varios de estos diput@dos, aplica la expresión y la sospecha de que echaban pleito con los “destos” prestados, y por esa misma razón de que ya no tienen quien respalde sus bravuconadas, es que recordaron las buenas maneras y la cortesía política.
Sin pretender hacer el elogio de un pasado inmediato de conflicto permanente y muchas veces sin sentido, creo que a nadie sirve una oposición que no hace su tarea, que no se opone, que no fija su postura, que no contrasta ideas, discursos y propuestas.
Debo decir que así esperaba la actuación de los panistas, en su mayoría integrantes de la clicka de Francisco N… me decepciona, hasta este momento, un par de ellos de los que esperaba una actuación mejor.
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